La asignatura de «Educación para la salud» y la estrategia de las hormigas

Les propongo la lectura de esta interesante colaboración en mi blog de Servando Pérez, presidente de la Asociación de Afectados por Mercurio de Amalgamas dentales Mercuriados sobre enfermedades emergentes, soluciones como la educación y la estrategia de ciertos animalistos:

El asunto de las distintas gripes, algunas de las cuales dan al menos qué pensar, dejan entrever la poca cultura sanitaria que tenemos todos y pareciera que los gobiernos y las autoridades sanitarias prefiriesen que no la tengamos pues siempre es más fácil controlar al que no sabe. Quizás sepan que, desde la asociación Mercuriados ya en el año 2007, al tiempo que solicitábamos una entrevista con el anterior ministro español de Sanidad, Bernat Soria, le proponíamos, en nuestro escrito -respetuoso y pro-diálogo-, que se estudiase seriamente la creación de una asignatura obligatoria a impartir hasta el final de la Educación Secundaria Obligatoria de «Educación para la Salud«.

Nunca recibimos respuesta escrita, ni a la solicitud de entrevista, ni a la propuesta. Eso sí, nos llamaron en 2008 por teléfono de distintos departamentos de ese ministerio para tratar de «convencernos» de que las amalgamas que se utilizan en odontología y que tienen en su fórmula mercurio son seguras. La razón que esgrimían es que

en Europa sólo están prohibidas en Noruega y Noruega no pertenece a la Unión Europea, aunque desde el 1 de junio de 2009 ya están prohibidas en Suecia y Dinamarca.

Los argumentos que no son argumentos se agotan. Pues bien, la inversión en esa asignatura que proponíamos creemos que aumentaría la cultura sanitaria en un plazo razonable, lo cual sería beneficioso para el paciente, el médico e, indirectamente, redundaría de manera positiva en las arcas sanitarias públicas. Pero claro, las grandes perjudicadas serían las macro corporaciones químico-farmacéuticas y «alimentarias» que, no seamos ingenuos, influyen mucho, pero que mucho, en los gobiernos y sus políticas químicas, sanitarias o alimentarias.

La labor que desde asociaciones concienciadas (de pacientes/médicos/biólogos/químicos, etc,) y otros colectivos, así como personas a título individual, están/estamos haciendo aún no se ve todo lo que nos gustaría, sobre todo pensando en las llamadas enfermedades emergentes, tales como Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple, el Síndrome del Edificio Enfermo o la sensibilidad electromagnética -que, por cierto, tienen muchas cosas en común-, pero tenemos que ser como hormigas: Constantes (aunque estemos cansados). ¿Han visto cómo las hormigas al ser muchas, aunque pequeñas, y constantes, hacen grandes trabajos? Con la constancia, la unión y la fuerza de la razón todo, o casi todo, es posible. Empecemos por creérnoslo y actuemos como hormigas.