Industria impulsa un plan empresarial que aumentará la contaminación eléctrica

Ha comenzado calentito el nuevo curso. Las organizaciones que luchan contra la contaminación electromagnética no podían creerse -si no fuera porque ya están curadas de espanto- la penúltima propuesta del ministro de Industria, Miguel Sebastián. El País lo contaba a la perfección: «El Gobierno quiere convencer a los Ayuntamientos de que poner antenas de móvil es saludable. Y para acabar con las reticencias que tienen las corporaciones locales a dar permiso para la instalación de antenas prepara un plan de incentivos económicos para los ayuntamientos que más colaboren en ampliar la cobertura del móvil dentro de sus municipios».

 

 

De modo que los consistorios que ofrezcan más licencias a las compañías de telecomunicaciones inalámbricas para que ubiquen en su territorio nuevas antenas tendrán más dinero público para, a su vez, desarrollar las tecnologías de la información. Sebastián vuelve a quitarse el disfraz de servidor público y muestra su verdadero rostro de hombre de negocios que aprovecha su cargo público para beneficiar a los intereses privados. Sebastián se suma a la ristra de ministros servidores de los grandes sectores industriales y estratégicos del último capitalismo (el de los nuevos negocios que, si cabe, con más agresividad están poniendo en peligro la vida sobre el planeta).
 
La medida anunciada está incluida en el nuevo plan de «desarrollo tecnológico» denominado Plan AvanzaDos, que el Gobierno pondrá en marcha antes de finalizar el año y que se extiende hasta 2012, con una dotación superior a los 5.000 millones de euros. Dice Sebastián: «Hay que hacer comprender que las antenas de móvil no tienen ningún perjuicio para la salud». Eso coincide con el mensaje de las compañías interesadas en la tecnología inalámbrica por microondas: no es una tecnología nociva para la salud y necesitamos más antenas para mejorar la cobertura. El Gobierno así facilita elcamino a las operadoras para vencer las reticencias de numerosos ayuntamientos que, preocupados por los daños a la salud que puede provocar la contaminación electromagnética de dichos aparatos, no quieren colocarlas en sus municipios. Una vez conseguido que muchos ayuntamientos, subvención en mano, cedan ante las pretensiones de las empresas tecnocontaminantes se las premia con dinero para invertrir en más tecnologías de la información que, como es lógico, representará otro nicho de negocio para las mismas compañías. Doble beneficio pues, con dinero público.
 
 
Si Sebastián desconoce a estas alturas los numerosísimos trabajos científicos independientes que advierten sobre los posibles graves daños a la salud que conlleva el uso de estas tecnologías es un ministro que nadie merece (Ver: I y II). Si los conoce está mintiendo a la ciudadanía y por ello nadie debería quererle. Personalmente, me inclino por la segunda opción: el ministro no quiso decir la verdad. Le faltó valentía para decir lo que seguramente muchos asesores le han comunicado hace tiempo sobre la contaminación electromagnética, quizá porque el evento donde hizo sus declaraciones estaba organizado por la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), el mayor lobby que hay en España para impulsar estas tecnologías y acallar las críticas. (Ver el capítulo Adictos a la cobertura de nuestro libro Conspiraciones tóxicas).
 
Es más, el actual Plan Avanza ha supuesto una inversión de más de 5.000 millones de euros inyectados en el sistema en el periodo 2005-2008, y más de 3.800 millones de euros adicionales movilizados gracias a la colaboración de otras administraciones públicas, entidades sin fines de lucro y empresas. Es decir, las compañías del sector están en el Plan Avanza, entre ellas, Sun Microsystems, Bull o Atos Origin, a través del Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (Cenatic), que pertenece a Avanza.
 
 
Por cierto, por si Sebastián tiene dudas sobre los daños que la contaminación electromagnética que despide la tecnología inalámbrica puede provocar, recordarle que sólo tres días después de sus declaraciones en el foro de AETIC, el Parlamento Europeo publicó su resolución sobre la Revisión intermedia del Plan de Acción Europeo sobre Medio Ambiente y Salud 2004-2010. El Parlamento considera que “el número de personas que enferman por culpa de factores medioambientales sigue en aumento y que debe establecerse un registro epidemiológico que ofrezca un cuadro completo de las enfermedades vinculadas, parcial o totalmente, a factores medioambientales”. Esta institución, “manifiesta gran interés por el informe internacional BioIniciativa [mencionado en (Ver: I y II)] sobre los campos electromagnéticos, que resume más de 1.500 estudios dedicados a este tema, y cuyas conclusiones señalan los peligros que entrañan para la salud las emisiones de telefonía móvil, tales como el teléfono portátil, las emisiones UMTS-Wifi-Wimax-Bluetooth y el teléfono de base fija DECT”.
 
 
Todas estas tecnologías suelen impulsarse en nombre de un progreso, bienestar, desarrollo, calidad de vida, que tantas personas cuestionan por su errado camino y que no quieren tener sobre sus cabezas (las antenas) o pegado a la oreja (el móvil) o en sus ordenadores (el WiFi emite gran cantidad de radiaciones lo que no ocurre con el ADSL por cable). Es necesario abrir un debate social, ahora inexistente por la exitosa labor de lobby que, como puede comprobarse, están haciendo las empresas con intereses en este lucrativo a la par que peligroso negocio.

8 respuestas

  1. ahora que dices del wifi… Recuerdo hace pocos meses la noticia que daba un periódico digital de que el Ayuntamiento de Madrid había logrado el primer barrio europeo (Chueca) completamente conectado con wifi… ¿Y como se pensarán sus habitantes (por cierto, barrio cercano al mio) que se produce esa conexión?. Lo mismo la gente cree que «las ondas», por ser invisibles a la vista «no hacen nada».

    El odio, los intereses económicos, la tergiversación, la manipulación, … también son cosas que el ojo humano no ve físicamente, así que tampoco hacen «daño», como todos sabemos, ¿verdad? (léase este último párrafo con ironía).

    Muy buen post. Gracias por mantenernos al día en los tejemanejes «no visibles» de los intereses creados de «unos pocos» en beneficio de «unos muchos».

  2. Mariajo, gracias a tí. Mucho me temo que como dices pensamos, por lo general, que lo que no se ve no hace daño. Qué lejos estamos de la sensatez y cómo nos gusta la comodidad intelectual; la otra también, y de eso se aprovechan los pocos que se benefician de los muchos. Sí.

  3. Hola Miguel: se dio hace tiempo una noticia sobre el WIMAX. Salió dos dias en los medios de comunicación. Es un repetidor parecido a los de la Tv. con el que se puede tener acceso a Internet totalmente gratis. Lo habían puesto en un pueblo del centro de España porque Telefónica no queria ponerles ese medio. No se volvió a hablar más del tema.
    No se si esto es contaminante o no. Pero desde luego barato si. ya que es gratis como la Tv. Además se podrían aprovechar los repetidores de Tv ya ubicados ahora que desaparece la Tv terrestre.

    Desconozco mucho sobre el tema, pero tú igual puedes acceder a más información que yo.
    Te quedaría agradecida, y supongo que toda la población, que publicaras algo sobre este tema del WIMAX y todo lo relacionado con él.

    Un cordial saludo.

  4. Muchas gracias Miguel por estar ahí.
    El Sr. Sebastián , Ministro de Industria pasa olimpicamente de reunirse con ecologistas, asociaciones de vecinos o de padres y madres. Se ha reunido por este orden: Primero con las Multinacionales y después con los Ayuntamientos a darles la zanahoria para que NO DENUNCIeN las antenas ilegales (eso se llama prevaricación) y permitan más y más y más…. Recuerdo que durante la preparación de las Olimpiadas de Barcelona el Ayuntamiento promovía reducir al mínimo las antenas (las de TV) por motivos estétcos. AHORA YA NO HAY NI ÉTICA NI ESTÉTICA. Sepa sr Sebastián que UD es un NEOCON, sí… NO HAY DIFERENCIA, porque para UD la pela también es la pela.

  5. Hola a todos. Pues claro que el Sr. Sebastián y todos los que están en esta movida saben muy bien lo que hay. Pero tienen tres poderosas razones para hacer como que no saben, para hacer como que no pasa nada y para hacer como que no hace falta alguna informar a la gente de qué mal van a morir: primera, el dinero manda; segunda, el dinero manda; y tercera, el dinero manda. No hay más. Por lo demás, no puedo decir más ni mejor dicho de cómo lo has dicho tu, Miguel. De nuevo, mi aplauso.

  6. Muy buen artículo, Miguel, por cierto el primer político español de renombre que se acercó al calor de las telecos fue Felipe González, íntimo de Carlos Slim,el supermillonario mejicano lider en el ramo con intenciones de desembarcar en España gracias a los oficios del ex. Aprovechando la salida de Telefónica quiere comprar Sogecable, y es que hay mucho dinero en juego en una industria puntera a la que para nada afecta la crisis…

  7. Haideé, el Wimax es muy similar al Wifi y por lo tanto emite contaminación electromagnética. Siguiendo tu sugerencia publicaremos sobre ello, sigue en la onda nunca mejor dicho.

    Toni gracias por tu aporte, seguiremos el tema, claro.

    Ariadna, manda y tenemos que construir alternativas cotidianas en las que manden las personas, es necesario un enorme cambio cultural.

    Gracias Javier, dicho, seguiremos el tema, con tu ayuda.

    Salud a todos.

  8. Y lo «gracioso» es que digan que los límites de exposición se ciñen a «estudios serios» de emisiones, cuando los países no se ponen de acuerdo en los umbrales: Por ejemplo, para 1800 MHz la Conferencia Internacional de Salzburgo propuso 0,003 W/m2; el objetivo de calidad de Italia es de 0,001; el máximo en Suiza se sitúa en 0,07; en Cataluña es de 4; pero la OMS y la UE permiten hasta 10 W/m2. ¡Una diferencia de 1 a 3.300 en la misma frecuencia de onda! Lo que precisamente faltan son estudios. Vayan a saber por qué…

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