Afectadas por el medicamento Agreal protestan en el Congreso de los Diputados

La semana pasada dos mujeres, María Ascensión Mirete y María del Carmen Martínez, portavoces de la Asociación Enfermas del Agreal, afectadas por el medicamento para los sofocos de la menopausia, producido por el laboratorio Sanofi Aventis, acudieron al Congreso de los Diputados. Cuando el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero abandonaba el estrado y Rajoy, jefe de la oposición, se disponía a hablar, lanzaron al hemiciclo algunas de las pastillas de medicamento y profirieron gritos reclamando una mejor atención sanitaria. En esta entrevista explican sus motivos.
 
-¿Qué motivo os ha llevado a realizar esta protesta?

-Nos hemos dirigido en numerosas ocasiones al Ministerio de Sanidad y Consumo, a la Agencia Española del Medicamento, a la Fiscalía General del Estado o al Defensor del Pueblo para denunciar el Caso Agreal. Hemos pedido reuniones con el ministro de Sanidad, Soria, y las señoras Avendaño, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Pagés, Asesora del Gabinete del Subsecretario de Sanidad. Los médicos no nos quieren atender en relación con el medicamento (que tiene como principio activo Veralipride, hemos tenido que ser nosotras las que llevamos la orden de retirada del medicamento (a los doctores) porque ellos no sabían nada. Estamos enfermas de por vida.

 

 
-¿Por qué habéis elegido el Congreso de los Diputados?

-Era el primer día de Pleno después de las vacaciones y acudimos al Congreso porque ya no tenemos manera de ser atendidas y nuestra indignación es muy grande.

 

-¿Qué efectos nocivos o secuelas os ha provocado el medicamento Agreal, del que sois víctimas?

-Parkinson, disquinesias tardías, temblor esencial, depresión mayor, acatisia (movimientos anormales incontrolables), dolores de cabeza, tensiones musculares, arritmias, síncopes, prolongación del intervalo QT (Dilatación auricular en el corazón), síndromes extrapiramidales, etc. Nos han dado un antipsicótico que nos ha manipulado el hipotálamo para variar nuestro ritmo habitual de temperatura corporal.

Los doctores de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), Dra. Mª Teresa Alfonso Galán, Dr. D. Antonio Piga Rivero y Dr. D. Mariano Betés de Toro, han realizado un estudio exhaustivo sobre el medicamento Agreal y llegan a la misma conclusión que el equipo de expertos de la Agencia Europea del Medicamento: «Con los tratamientos con Veralipride se han descrito reacciones adversas somáticas y psíquicas». 
 

-¿El medicamento está retirado de todos los países?

– No, sólo de los países integrantes de la Unión Europea (por orden de la Comisión Europea), Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Chile y Perú.

 

 

-¿En el resto del mundo se vende aún?
-Sí, sabemos que se sigue vendiendo en México, en Marruecos, y más países de África y Asia. Hemos escrito a los Departamentos de Sanidad de México y Marruecos pero no hay contestación. En México sabemos que hay muchísimas afectadas y que hay mujeres que ya se están movilizando para su retirada pero la contestación que han recibido es que no saben de casos de afectadas por el Aclimafel (como se denomina Agreal en México). En Francia también sabemos que muchas afectadas se han movilizado y están luchando porque se las reconozca y atienda.
 
-Ha habido sentencias de los juicios celebrados, ¿cuántas mujeres lo han denunciado y cómo se están desarrollando los juicios?

-Sí, hay muchas sentencias, seis de ellas han dado la razón a las enfermas por el Agreal, pero muchos juicios se han perdido por no llevarlo en condiciones los abogados. Mientras que el laboratorio Sanofi Aventis presenta sus «pruebas de médicos», a las afectadas se las ha llevado sin saber defenderlo, no se presentan todos los estudios que hay. Ahora hay en espera un juicio por lo penal en Barcelona y otro por lo contencioso administrativo en Madrid.

 

-¿Qué le pedís al Gobierno de Zapatero?

-Pedimos en principio una reunión con el Ministro de Sanidad para que nos pongan una unidad multidisciplinaria en cada Comunidad Autónoma para todas las afectadas y no ser repudiadas en las consultas médicas. Queremos también que nos den copia de la “ficha técnica” del medicamento que no aparece, la autorización del medicamento del año 1983 y explicaciones de porqué el laboratorio Sanofi Aventis se le dan ayudas gubernamentales y fiscales mientras que a nosotras nos ignoran totalmente. En pocas palabras, que se responsabilice ante todas las mujeres que se hayan visto afectadas en su salud, trabajo o relaciones familiares y sociales por la falta de rigor en el seguimiento de la evolución del tratamiento del Agreal. Queremos ayudas sociales, tanto médicas como económicas ya que por razón de edad y secuelas, nos vemos y nos hemos visto imposibilitadas a un trabajo tanto dentro como fuera de casa. Así lo hemos expuesto en el manifiesto entregado el mismo día 10 de septiembre en el Congreso de los Diputados.

 

 

 

 

Viaje por América Latina con las enfermedades inventadas

Pues sí, muchos días ya sin actualizar el blog. Un viaje por Caracas (Venezuela) y Bogotá (Colombia) me ha tenido ocupado durante la última semana. El motivo ha sido una invitación del Ministerio de Salud vanezolano y del departamento de Salud de PVDSA, la empresa más grande de Venezuela para participar en un evento, el I Simposio Internacional Medicamentos y Salud Pública que estas dos instituciones han organizado en Caracas.
 
Un éxito total, desde mi punto de vista. El salón de actos de la citada compañía, que acogió el evento, de una jornada de duración, estaba llena, unas 450 personas contando por lo bajo, la mayoría médicos, farmacéuticas, profesionales sanitarios o altos responsables del sistema de salud. Me llamó la atención el enorme interés del público asistente.
 
Estoy acostumbrado a que en los eventos públicos que participo haya un buen nivel de conocimiento de los temas que se tratan pero en Venezuela el calor de las personas que se acercaron a escuchar las conferencias, su interés por los temas, la participiación en el acto, fue especial.
 
El Gobierno venezolano está haciendo un esfuerzo muy importante por impulsar el sistema público de salud y la calidad del mismo, y este encuentro fue buena muestra de ello. Me tocó ser quien abriera el simposium hablando sobre la fabricación de enfermedades. Los participantes invitados fueron de lujo. Tras de mí intervino por videoconferencia el periodista australiano Ray Moynihan, aunténtico pionero y experto en la divulgación del fenómeno de la invención de enfermedades. Continuaron Nuria Homedes (directora del imprescindible Boletín Fármacos, sin cuya existencia no podría haber escrito mi libro Traficantes de salud, dicho sea de paso); Teresa Alves activista de Health Action International (HAI) y muy buena oradora; Perla Buschiazzo, especialista argentina en prescripción racional de medicamentos y accesibilidad a los mismos; y Claudia Vacca, investigadora de la organización civil colombiana Ifarma y profesora de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia.
 
La prensa venzolana también ha mostrado un gran interés por los temas desarrollados, destacaría, entre otras, una entrevista que me hizo Venezolana de Televisión en horario de máxima audiencia.

Un viaje pues breve pero muy muy intenso en el que hay que agradecer a la organización el esfuerzo realizado, su claridad de ideas y el despliegue de medios hecho para concretar en una jornada tantas voces hablando de asuntos tan necesarios para la ciudadanía, y que esta supo aprovechar.

Y aprovechando, valga la redundancia, que estaba en Venezuela y que en Colombia se había organizado un evento similar por las mismas fechas, Ifarma y la Universidad Nacional de Colombia me invitaron a dirigirme a Bogotá. En dicho espacio participamos Teresa Alves y yo, ella habló sobre agencias regulatorias y yo titulé mi intervención Morir en busca de salud, sobre la crisis de credibilidad de la industria farmacéutica, como me habían solicitado.

Nos presentó el decano de la Facultad de Económicas e intervinieron un profesor de salud pública y otro de economía. Nuevamente quedé sorprendido por el compromiso social de estos y del público, muy amplio y joven en su mayoría -a excepción de dos conocidos abogados que suelen representar a los grandes laboratorios farmacéuticos en Colombia-.
 
El día siguiente fue muy intenso; los días en Latinoamérica comienzan muy pronto. También en horario de gran audiencia me entrevistó un doctor muy conocido en Colombia, Carlos Francisco Fernández, Asesor Médico del Grupo El Tiempo, el de mayor difusión del país colombiano. La entrevista, para una tv andina, versó sobre la fabricación de enfermedades pues por la tarde, el mencionado periódico, preparó un foro con las principales cabezas del sector en el que de nuevo Teresa Alves y yo volvimos a hablar ante médicos, funcionarios de la agencia de medicamentos colombiana o portavoces de laboratorios y patronal farmacéutica de la influencia decisiva de la industria de la salud en nuestra enfermedad y bienestar.

Departimos, en público y en privado con uno de los máximos responsables de una de las patronales de laboratorios en Colombia, e incluso, tuvimos tiempo para enterarnos de que en dicho foro se encontraba presente -aunque no tomó la palabra pese a que estaba invitado a ello- alguien que, tras concluir el evento, hizo una llamada a uno de los máximos responsables de una de las multinacionales farmacéuticas que operan en Colombia. Informó sobre qué habíamos contado Teresa y yo. Sobre todo invirtió su tiempo en comentar lo que yo había explicado durante mi intervención despertando su curiosidad y la de su interlocutor la gravedad de los hechos que cité referidos a determinados laboratorios y que hablara en público de ello. También gastó su tiempo en insultos varios.

Nos vinimos muy satisfechos de nuestra estancia en tierras colombianas y preocupados de que la agencia de medicamentos de ese país tenga en su consejo de dirección a representantes de la industria farmacéutica, conflicto de interés que altos funcionarios de la administración de salud no ven como tal, aunque muestran cierto interés por avanzar hacia la ética y la independencia.

Side Effects: el pasado nazi del fabricante de Talidomida

El pasado 3 de abril tuvo lugar en Londres una manifestación de cerca de un millar de afectados del fármaco Talidomida. Fue organizada por la ICTA (Alianza Internacional de Asociaciones de Víctimas de Talidomida) y asistieron víctimas de prácticamente todos los países de la Unión Europea, Chipre y Canadá. A la misma hora y en la embajada de Alemania en Bangkog, igualmente hubo una pequeña concentración de afectados.
 Varios canales de televisión del Reino Unido acudieron a la movilización que incluso ofrecieron en directo. Una tv de Irlanda, otra de Alemania, varias radios y todos los periódicos británicos cubrieron el acto reivindicativo. Pero a pesar de estar invitados todos los corresponsales de prensa españoles, no acudieron -excepción hecha por la redactora de la Agencia EFE.
 
Son ya 50 años sin que estas personas vean siquiera reconocidos los daños producidos por el laboratorio Grünenthal. Los afectados por el fármaco en nuestro país difunden estos días una película que, como ellos mismos indican, muestra el pasado nazi de esta farmacéutica, bajo el título de Side Effects.

¿Tras medio siglo de incertidumbre, un rayito de esperanza?

Las víctimas españolas de la Talidomida también han realizado su particular campaña electoral para advertir sobre su existencia tras 50 años de espera a que las autoridades les reconozcan. Aprovechando la reunión de José Luis Rodríguez Zapatero con intelectuales y artistas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Isabel Ramírez, miembro de la asociación que reúne a las víctimas de dicho fármaco en España, Avite, entregó al presidente del Gobierno copia de la película alemana Side effects, Ésta pone al descubierto el pasado nazi de la Talidomida en Alemania, y también todo lo que hay detrás de su laboratorio inventor y el imperio económico que representa hoy la multinacional Chemie Grünenthal.
 «También le hemos entregado en mano un calendario pormenorizado, con todas las movilizaciones que Avite (Asociación de Víctimas de la Talidomida en España) tiene previsto realizar en breves fechas, entre ellas una manifestación multitudinaria de todas las víctimas de Talidomida de Europa, a realizar el próximo 3 de abril en Londres, en la puerta de las embajadas de España y Alemania», explica José Riquelme, presidente de Avite.
 
¿Las palabras de Zapatero?: «Voy a ver la película, y además quiero que sepáis que no me olvido de vosotros».
 
Días antes, el propio Riquelme tuvo la oportunidad de charlar un rato con el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. El ministro escuchó los problemas que arrastran desde hace medio siglo estas personas. ¿Sus palabras?: Bermejo se declaró «conocedor del problema de la Talidomida perfectamente en España. Yo conozco de cerca personalmente el problema y a afectados, ¡y qué coño es eso de que no se vendió Talidomida en España, quien ha dicho eso!. Este tema por supuesto que no lo voy a dejar de las manos. Es más, en próximos días, el ministro de Sanidad viene a Murcia [donde tuvo lugar el encuentro], y le voy a proponer una entrevista personal con él, para tratar el tema. En breves días le llamo y le confirmo día y hora».

Los peligros de las vacunas con mercurio

Pese a que desde el año 2005 el tiomersal, un conservante que contiene mercurio muy utilizado en vacunas de todo tipo, ha estado en los vademecum españoles, en teoría, hoy, estas vacunas no contienen dicha sustancia tóxica. Pero la realidad supera en demasiadas ocasiones a la ficción. Hace unos días tuve la oportunidad de conocer a un par de padres cuya hijas están gravísimamente dañadas por el mercurio de las vacunas. Uno de ellos pudo comprobar in situ en una farmacia que hoy continúan comercializándose vacunas -en este caso concreto esta persona preguntó por la de la gripe-, con este potente neurotóxico que es el mercurio.

El tema no es baladí pues en breve un bufete de abogados dirigido por un experto en derecho sanitario va a demandar al Ministerio de Sanidad y a los laboratorios fabricantes de vacunas con tiomersal por mantener durante decenios en el mercado estos preparados farmacológicos a sabiendas del daño que pueden producir.

¿Qué daños puede provocar el mercurio que contienen las vacunas? Muchos pues está relacionado con gran cantidad de enfermedades degenerativas, psicológicas y del sistema nervioso. Entre ellas está el autismo. Esto es lo que sufren las hijas de las personas que pude visitar la semana pasada. Vidas rotas desde la niñez; mujeres de 36 años con un 83% de incapacidad o de 38 años con un 76% de minusvalía. Hace poco un juez federal estadounidense ha relacionado por primera vez el autismo con el consumo tras el nacimiento de diversas vacunas con el conservante tiomersal.

Por ello y por muchos motivos más que iremos desgranando en este blog la Asociación para Vencer el Autismo (AVA) ha comenzado una campaña de recogida de firmas para complementar la demanda que hemos citado.

Al entrar en este enlace, justo debajo de donde está la explicación sobre la demanda, hay un botón que pone FIRMAR ESTA CAMPAÑA; pinchar y rellenar los campos obligatorios.

Agreal se vende en 30 países pese a su retirada

La Asociación de Enfermas del Agreal de España ha contactado durante estos últimos meses con mujeres víctimas del fármaco fabricado por el laboratorio Sanofi-Aventis que viven en países de América Latina. Pese a que hace ya tiempo que fue retirado del mercado en toda Europa este peligroso preparado se comercializa en todos los países latinoamericanos excepto en Colombia.
 «Hemos escrito a numerosos ministerios de salud de aquellos países pero no lo han retirado, pero sólo el colombiano lo ha retirado por la inminente llegada de posibles denuncias millonarias hacia el laboratorio», comentan estas mujeres. Los contactos también se han extendido a Francia, cuyas víctimas llevan dos años movilizándose para ser atendidas de las secuelas sufridas. Pero, como explican estas personas todavía se venden Agreal en 30 países.
 
«Queremos alertar a todas las mujeres de los países que comercializan Agreal. Intentamos salvar a tantas mujeres de tomar esta droga dura que nos ha traído un presente muy duro y un futuro incierto», comenta una portavoz de la Asociación de Enfermas del Agreal de España.
 

Algunos nombres con los que se comercializa el preparado en distintos países son: Agradil, Veralipril, Aclimafel o Faltium. El principio activo es veraliprida y en España se retiró en septiembre de 2005.

 
Agreal fue prescrito durante casi tres décadas para paliar los sofocos de la menopausia es un potente neuroléptico causante de enfermedades como parkinson, diskinesias tardías, síndromes extrapiramidales, depresión mayor, acatisia, rigidez muscular, temblor esencial, síndrome de abstinencia, demencia con cuerpos de Lewy, etc, comentan las afectadas. Todas estas dolencias están relacionadas con el sistema nervioso central y en los prospectos del preparado no se advertía de su posible relación con el fármaco, «a pesar de haber estudios desde 1952 y habiendo sido utilizado en sus principios como antipsicótico», apostillan sus víctimas.

En septiembre de 2005, como hemos explicado, la Agencia Española del Medicamento ordenó su retirada del mercado pero en 2007 rectificó diciendo que el factor beneficio-riesgo era positivo. «Bajo petición nuestra, la Agencia Europea del Medicamento y la Comisión Europea ordenaron en julio de 2007 su retirada de la Unión Europea por efectos adversos severos e irreversibles», concluyen desde la Asociación de Enfermas por la droga.

Nuevos problemas con los medicamentos de Baxter

Hace unos días, el laboratorio Baxter decidió suspender por un tiempo indefinido la producción de heparina, utilizada para la prevención de coágulos en pacientes como los que se someten a diálisis renal y cirugía cardiaca. La mayor parte de los casos han sido detectados en las unidades de hemodiálisis de hospitales estadounidenses. Se han notificado varios cientos de reacciones alérgicas e incluso cuatro muertes que las autoridades de la FDA (Agencia de Medicamentos de Estados Unidos) están tratando de verificar si tienen relación con el medicamento.
 
Como nos comenta un especialista en farmacia hospitalaria «el desarrollo de una alergia a heparina en estos pacientes hace que tengan que tratarse luego con medicamentos más tóxicos». A la espera de que se solventen estos problemas -no pequeños precisamente pues Baxter suministra la mitad de la heparina que se consume en EE.UU-, conviene recordar algunos hechos relacionados con la marca, ya que en los ultimos años la casa norteamericana ha estado en el punto de mira de las autoridades sanitarias de todo el mundo.
 
En los años 80, sobre todo, en los 90 y 2000 también siguieron produciéndose muertes, Baxter distribuyó su producto Hemofil para la Hemofilia contaminado con el virus de la Hepatitis C y del Sida. Contaminaciones masivas que acabaron con la vida de al menos 1.600 personas. Para acabar con el escándalo lo antes posible la empresa «compró el silencio» de los familiares de las víctimas (prácticamente el 96% firmaron) a cambio de que no denunciaran en los tribunales de Justicia.
 
Hechos que la compañía calificó de «accidente». Pero lo cierto es que se probó que otras compañías que vendía hemoderivados los comercializaban, y las autoridades españolas conocían esto, contaminados con Sida y Hepatitis C, pues la sangre la obtenían de presos de cárceles estadounidenses.
 
En nuestro país, a comienzos de esta década murieron numerosas personas en unidades de diálisis, modelo Althane, por el fallo de los filtros Baxter que utilizaban las máquinas. Por aquel entonces también, un ciudadano español recibió una suculenta cantidad de dinero de Baxter para que no denunciara caso. Había sufrido un infarto cerebral al estallársele la válvula cardiaca, marca Duromedics, que llevaba instalada (fabricada por Hemex Scientific, corporación adquirida por Baxter).
 
La multinacional también ha tenido que indemnizar a una joven a la que contagió con el virus de la Hepatitis C al administrársele el hemoderivado Gammagard. El juez obligó a Baxter a desembolsar exactamente 115.056,63 €. Este caso se produjo en los años 90. Gammagard, una inmunoglobulina intravenosa inespecífica, resultó que podría transmitir Hepatitis C. Farmacéuticos de uno de los hospitales más grandes de Andalucía, aún recuerdan cómo el máximo responsable de la compañía voló rápidamente a Sevilla para entrevistarse con los responsables de ese hospital. donde se estaban produciendo los primeros contagios. Retiraron inmediatamente el producto.

Estupefacientes legales y muy rentables

Como ya saben, Eduardo Marcelo Cocca, ejemplar y censurado catedrático argentino descubrió, junto con sus 50 alumnos de la Universidad Kennedy de Buenos Aires, que el medicamento Dazolin (de la casa Roux-Ocefa), un descongestionante nasal, presenta una diferencia del 37.500% entre el precio al que compra el principio activo el laboratorio productor y al que lo vende.
Este fármaco, a base de nafazolina, actúa como descongestivo nasal, nos cuenta Cocca, que afirma que «produce adicción y dependencia y según el artículo 77 del Código Penal Argentino, se consideran estupefacientes toda sustancia susceptible de producir dependencia o adicción, razón por la cual debería ser considerado un estupefaciente y venderse únicamente bajo receta archivada y no alegremente y sin receta a pesar del rótulo de venta bajo receta».
Y es que en Argentina hay varias maneras de dispensar medicamentos. Venta libre; venta bajo receta, el modo más común; venta bajo receta archivada, para psicotrópicos; y venta legalmente restringida, para estupefacientes con recetas provistas por salud pública y archivadas por la farmacia.

Dazolin no es ni mucho menos el único medicamento con el que se obtienen tan fantásticos beneficios. La investigación de Cocca y sus alumnos deparó otras «sorpresas» o no tanto. Así, el omeprazol, Losec, del laboratorio Astra, en un país recién salido como el que dice de una fortísima crisis, presenta un 33.130% de diferencia entre el precio al que compra el principio activo el fabricante y el precio al que lo vende en las farmacias.

El conocido Voltaren, de Novartis, ofrece un 27.223% de diferencia; el Valium de Roche, un 20.141%; Feldene de Pfizer, un 12.860%; o Adalat, de Bayer, un 6.671%. Cipro, el famoso medicamento con el que Bayer chantajeó al mismísimo gobierno de Estados Unidos en los meses posteriores al 11-S (era el preparado supuestamente ideal para combatir con éxito el anthrax) en Argentina ofrece un 1.560 entre lo que cuesta y a lo que se vende, datos siempre según los estudios del profesor Cocca.

Jardineros legales y venenos fieles

El pasado sábado, el Círculo de Bellas Artes de Madrid acogió la proyección de la película El jardinero fiel y tras la misma se celebró un coloquio. Lo más destacado del evento, sin duda, fue la intervención de dos mujeres víctimas del fármaco Agreal, del laboratorio Sanofi-Aventis.
 Estas personas dieron a todo el auditorio (habría unas 130 personas) una lección de dignidad. Pidieron explicaciones al portavoz de Farmaindustria (patronal de los laboratorios farmacéuticos que operan en España), Julián Zabala, por los terribles daños ocasionados por la compañía fabricante a miles de mujeres; sólo en los juzgados españoles existen alrededor de 4.000 demandas.
 
Agreal, como sabrán, era un medicamento administrado para los sofocos que se sufren durante la -no enfermedad- menopausia. Las autoridades españolas permitieron que fuera comercializado durante más de veinte años hasta que estalló el escándalo al descubrirse que destroza el sistema nervisoso de quienes lo toman, causa depresión, y según las dos primeras sentencias del caso, incita al suicidio y es adictivo. Casi nada, todo ello para calmar unos sofocos.
 
Vista panorámica de la sala de cine del Círculo de Bellas Artes madrileño que acogió el acto (Foto: Economistas sin Fronteras)
 
Pese a las explicaciones de estas dos mujeres, que representan a un nutrido colectivo de afectadas, Zabala, con una sonrisa en la boca, manifestó desconocer el caso y las sentencias contra el laboratorio. Las víctimas de Agreal argumentaron escandalizadas que el preparado continúa comercializándose en América Latina pese a su retira en Europa y que no paran ni pararán de crecer en los próximos meses las demandas (los abogados españoles de las denunciantes están estableciendo lazos con otros abogados de afectadas europeas para hacer mayor presión en los tribunales en favor de las víctimas).
 
Estas dos mujeres decían no entender cómo puede haber tal descoordinación entre agencias de medicamentos en el mundo y por ello intervine para explicar que quizá sea porque la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos, la FDA (por sus siglas en inglés) está financiada al 70% por los propios laboratorios, que es lo mismo que poner al zorro a cuidar del gallinero. La EMEA (la Agencia Europea de Medicamentos), por su parte, cuando recibe una petición de licencia para vender un medicamento por parte de un laboratorio se limita a estudiar la información que sobre el preparado le presenta el laboratorio interesado, sin hacer estudios independientes, por increíble que parezca. Es lo que está ocurriendo en la actualidad con la petición de Eli Lilly de licencia para recetar el peligroso Prozac a los menores de 18 años.
 
Miguel Jara durante un momento de su intervención (Foto: Economistas sin Fronteras)
 
En suma, una actitud valiente y solidaria de estas mujeres que se desplazaron desde Irún y Murcia para dejar constancia de su sufrimiento y el de sus compañeras, y no desaprovecharon la oportunidad para advertir a las nuevas generaciones de los efectos perversos de muchos medicamentos y el enorme negocio que representan para sus fabricantes.
 
Al hilo de esto último merece la pena comentar que el portavoz de la industria farmacéutica alegó que los laboratorios «sobreviven» ante la mala imagen que tienen muchos laboratorios en la sociedad pues hoy, según Zabala, lo políticamente correcto es criticar a este sector económico. Cabe recordar que la industria farmacéutica «sobrevive» en los últimos años con un beneficio limpio anual de entre el 16 y el 18%, el mayor de todos los sectores económicos legales del planeta.
 
Finalizo mostrando un video explicativo que una de las afectadas por el fármaco Agreal, cuyo prospecto en España no advertía de sus fuertes efectos nocivos- muestra en internet. Quizá este documento ayude a quienes todavía desconocen el caso.

 

El regreso de la controvertida Talidomida

Hace unos días la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA, por sus siglas en inglés) ha dado su visto bueno a la aprobación de la muy controvertida Talidomida como medicamento paliativo para el cáncer de médula osea, mieloma. Según los estudios presentados por el laboratorio fabricante, Pharmion, su producto puede alargar la vida de enfermos terminales durante 18 meses. Las víctimas del fármaco en España (unas 200 asociadas en Avite -que calculan que puede haber 3.000 afectados todavía-) han manifestado su apoyo a los familiares de esta enfermedad y su alegría de que puedan ver mejorada su existencia. Pero también han querido alertar a las autoridades sanitarias europeas, a los consumidores y, en general, a toda la población, sobre la extrema peligrosidad del medicamento que en su día inventó Heinrich Mückter, un médico de la empresa Chemie Grünenthal de pasado nazi (en breves fechas ampliaremos con numerosos datos este particular).
 
«Lo que exigimos es que los controles que se van a realizar a personas que lo toman, hombres y mujeres, sean reales, para evitar que puedan nacer nuevos bebes sin brazos y sin piernas, como sigue ocurriendo por todo el mundo. Ni la EMEA ni el laboratorio Pharmion nos dicen quién se haría cargo de esos bebes que pudieran nacer mutilados», explica un portavoz de Avite.
 
Hace ya 50 años que ocurrieron los nacimientos con malformaciones tras el consumo de Talidomida y aún hoy España e Italia son los dos únicos países del planeta que no han reconocido a sus víctimas, cuando se está aprobando el fármaco para otro uso.
 
La Talidomida es un peligroso principio activo que Pharmion lleva tres años largos intentando que se apruebe para el mieloma. Las víctimas exigen controles exhaustivos para su comercialización pues su nocividad es tan grande que con sólo tocarlo entra rápidamente en el cuerpo y llega a la sangre, como confirman los laboratorios productores. De hecho, en la fábrica de Pharmion en el Reino Unido sólo la manipula personal de sexo masculino para evitar que en caso de ser tocada por mujeres embarazadas los fetos tengan problemas.
 
Una de las particularidades de la nueva-vieja Talidomida es que el tratamiento para un mes, que estará financiado por la Seguridad Social, está estimado que costará más de 1.200 euros. Esto supone un enorme negocio para los laboratorios productores pues el coste de la materia prima ronda los 0,10 euros.

La EMEA ofrece su visto bueno sin escuchar las advertencias de los afectados por la Talidomida de que existen numerosos informes críticos sobre el producto. «A nosotros la EMEA sólo nos ha enseñado los que son favorables al fármaco», reconocen las víctimas españolas. Cabe recordar que la máxima institución europea en el control de la seguridad y eficacia de los medicamentos no realiza estudios independientes cuando una compañía solicita la aprobación de uno de sus preparados.

Se limita a analizar la documentación aportada por el laboratorio, eso sí, con ingentes equipos de científicos, en concreto tres profesionales sanitarios por cada comité de cada país. Parece que en este caso la EMEA se fía de unos laboratorios a los que el pasado les persigue, como lo demuestra la mera existencia de víctimas vivas del Holocausto Talidomida.