En este blog hemos tratado el caso de Isabel Ferragut y su hijo Arturo, muerto de manera dolorosa a manos de dos médicos que irradiaron su cerebro. El largo peregrinar de Isabel en busca de Justicia (la mujer ha recorrido todas las instancias judiciales posibles pero ni el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos ni el de los Derechos Civiles de la ONU, le han dado la razón) no ha encontrado consuelo hasta ahora. En las últimas semanas algunos hechos parecen cambiar el rumbo injusto del destino de esta madre luchadora.
Portada de Diario 16 cuando se celebró el juicio, en la que se ve a los doctores Guix y Rubio
El Congreso de los Diputados ha admitido a trámite el estudio de sus peticiones. Hace algunos meses, Ferragut envió su particular “Testimonio” (recuadro amarillo), acompañado de una carta a la mayoría de los portavoces de los partidos políticos y al presidente de la mesa, José Bono.
La carta del Parlamento español argumenta: “Estimada peticionaria. Le comunico que la Comisión de Peticiones del Congreso de los Diputados, en su sesión de 24 de junio de 2008, ha tomado conocimiento de su petición y, una vez examinada, ha adoptado respecto de la misma, el acuerdo que a continuación literalmente se transcribe:
Autor: Doña Isabel Ferragut Pallach.
Objeto: Solicitud de que se adopten medidas a favor de las víctimas de negligencias médicas y judiciales.
ACUERDO: La Comisión se une a su dolor por la pérdida de su hijo y da traslado de la petición a los Excmos. Sres. Portavoces de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados y al Ministro de la Presidencia.
Saluda a Ud atentamente.
El Presidente de la Comisión de Peticiones Antonio García Coll”.
Una imagen de arturo jugando cuando era niño (en primera instancia)
También esta semana, el presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach, ha recibido a esta “madre coraje”. Como narra ella misma: “La entrevista ha ido muy bien. Benach pasará nuestra información y sugerencias a la Comisión de Peticiones con la que trataremos personalmente todos los temas, tantos sanitarios como judiciales. Nos llamarán en septiembre”.
Ferragut nunca ha conseguido que se haga Justicia y los médicos que «achicharraron», en sus palabras, la cabeza de su hijo –hechos que narra con exactitud en su libro Arturo: Una muerte en manos de los médicos Benjamín Guix Melcior y Enrique Rubio García-, continúan ejerciendo. Lo que sí ha “conseguido” Isabel es que estos galenos hayan denunciado la existencia de su página en Internet, herramienta que utiliza Isabel para denunciar el caso de su hijo y otras negligencias sanitarias con resultados funestos.
La víctima de las radiaciones durante su tercer cumpleaños
Guix y Rubio no viven cómodos con la existencia de esa página, así lo demuestra el ahínco con el que persiguen la libre expresión de esta mujer en el ciberespacio. Dichos doctores han solicitado por medio de una denuncia judicial que la página desaparezca aunque la jueza del caso les ha contestado que, hasta que no haya una sentencia firme, la página no se toca, motivo por el que han recurrido esta decisión ante los tribunales. Como expresa Ferragut: “Mi abogado ha recibido la notificación de los juzgados y como no está nada claro lo que piden que quite -ellos querrían que quitara toda la página, algo imposible, pues el juez o jueces nos tienen que especificar el qué”.
No lo tienen fácil los censores internáuticos hoy en día pues se sabe que aún en el caso de que consiguieran que un juez ordene cerrar una página concreta, el mensaje ya se ha extendido por todo el mundo, de manera diría natural, y es imposible censurarlo al completo.
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